Capítulo XXIV
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Notas
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<<El paciente se
muestra renuente a la terapia. No acepta con facilidad las preguntas, al
contrario, procura hacerlas él. Presenta una lucidez particular dado su estado
de adicción. Intenta mantener la ansiedad a raya, lo que demuestra un claro
manejo de ella. Es probable (y esto debo corroborarlo con sus allegados) que no
haya dado señales de dependencia hasta muy avanzado su estado.
Nota: Llevar un cigarrillo
a la siguiente sesión>>
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<<La ansiedad es
patente. El dialogo avanzó forzado por el compromiso que él había adquirido
conmigo por un cigarrillo. La sesión prosperó según las directrices aprendidas
para este tipo de casos. El paciente mostró en todo momento su necesidad de
control, algo muy arraigado en su personalidad y que hace difícil comprender la
razón de sus adicciones, aunque dijo algo referente al daño. La calma le duró
poco, la ansiedad es muy fuerte.
El paciente es
consciente de su adicción y muestra escaso o nulo interés por superarla.
Hemos pactado un nuevo
cigarrillo para la sesión siguiente.>>
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<<El paciente se
muestra dispuesto a colaborar, pero no tarda demasiado en marcar la línea hasta
la que llegará. La ansiedad parece un poco menos rebelde hoy, aunque por los
pequeños movimientos que efectúa de forma constante, puedo dilucidar que sigue
ahí.
Ha hablado sobre la
utilización de las personas. Intentaré profundizar en ello.
Se ha animado a contar
una historia de la infancia. La ha utilizado para definir su concepto de
perfección.
Hemos tenido una
primera sesión en el parque interior del centro, y me ha hablado de su gemelo,
haciendo hincapié en la definición de gemelo y no hermano.
El paciente intenta en
todo momento desequilibrarme con preguntas de tipo personal que evado sin
problema.
Hasta ahora puedo
pronosticar que la obsesión por el control es su mayor debilidad.
La reunión con el
tutor ha ido bien. Me ha entregado antecedentes que serán útiles para continuar
con la terapia. Ha hablado de un ‘hecho’ acontecido a sus diecisiete años que
habría cambiado la actitud del paciente. El tutor desconoce la naturaleza de
ese ‘hecho’.>>
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<< Episodio
psicótico medio. El paciente presenta una confusión de la realidad. Se esfuerza
por mantener la lucidez. Durante la madrugada ha protagonizado una crisis de angustia. Él, Bill, parecía
sumido en el terror. Este tipo de episodios son habituales en enfermos de
cuarta etapa. A pesar de la violencia de este tipo de situaciones, pude sacar
algo positivo, Bill teme a una alucinación que al parecer es recurrente. Habló
de una mujer a la que definió como ‘Ella’(1).
Se le ha aplicado
medicación para dormir.
Nota 1: Averiguar más
detalles sobre la mujer de sus alucinaciones.
Archivo personal
(anotaciones en ‘B’)
Bill ha mostrado
vulnerabilidad, casi podría decir que su mirada renuente y la forma en que se
acurrucaba contra la esquina de su habitación me hablaban de una súplica de
ayuda. Por un momento hemos conectado, él me ha reconocido al segundo intento y
ha cedido poco a poco a mis palabras de calma. Los enfermeros de turno estaban
dispuestos a recurrir a la fuerza para tranquilizarlo.
Mañana es mi día
libre, iré a ver qué tal sigue>>
.
<<El paciente ha
aceptado su episodio sin resignarse a él. Ha respondido bien al examen físico
posterior al tranquilizante que se le administró. No ha habido progresos en lo
referente a su alucinación. Se le sigue administrando la medicación prescrita.
La sesión se ha
llevado a cabo en el parque. Al principio se mostró abierto a una conversación,
la que comenzó a degradarse junto con su ánimo.
Necesito más
antecedentes para concretar una evaluación.
Archivo personal
Bill me muestra
constantemente su deseo de confiar en mí, pero no consigue hacerlo. Ahora mismo
parece enfrentar una batalla personal muy dura.
Hemos salido al
parque, y a pesar del poco deseo que manifestaba a exponerse a las miradas,
cuando estuvimos fuera parecía seguro y altivo.
He tenido que
cuestionarme mi actuar en este caso, porque Bill consigue remover emociones con
sólo una mirada. Le daré algo más de tiempo, quizás sólo sea la agitación de
tener entre manos mi primer caso complejo
Benjamín cree que me
estoy involucrando.>>
<<El paciente se
muestra estable. Reconoce que evade la realidad para mantener un buen estado de
ánimo. Insiste en controlar las sesiones, efectuando preguntas personales. El
avance es lento, pero el paciente va mostrando señales positivas. La sesión se
efectuó en el parque, la sensación de amplitud ayuda a la terapia y hace al
paciente más abierto y receptivo.
Archivo personal
El encuentro de hoy
comenzó como los demás. Los tira y afloja en busca de respuestas no parecían
llevarnos por otro rumbo, hasta que le hablé de la posibilidad de que lo
pusieran con otro especialista. Él pareció reaccionar, y aunque no me contó
demasiadas cosas, habló de alguien que para él es como el Diablo. No puedo
quitarme de la cabeza la imagen de sus ojos al usar ese apelativo. Bill quiere
confiar en mí ¿Puedo confiar en mí misma?>>
.
<<La sesión ha
avanzado sin inconvenientes. El paciente se muestra consciente de su adicción y
de la debilidad que le significa. No parece un paciente de estado cuatro. El
sentido de la debilidad humana es su mayor preocupación. El hecho que
anteriormente ha mencionado, debe estar relacionado con la falta de control.
He reducido, levemente
la medicación para ver cómo reacciona. Avanza satisfactoriamente, si esto sigue
así se puede considerar la terapia externa.
Archivo personal
Cada vez me está
costando más mantener la objetividad. Bill logra que ponga en tela de juicio mi
razonamiento, consigue que escuche a una voz interna que cada vez toma más
fuerza. He pensado en abandonar el caso, pero al hacerlo siento que lo
abandonaría a él.
Hoy he vuelto a ver
esa fragilidad emotiva que Bill proyecta, y que logra tocarme como si yo fuese
de cristal.
Nota: Recordar no
enseñar este archivo personal a nadie.>>
<<Sábado por la
noche: He pasado a verificar la dosis de medicación de mi paciente.
Archivo personal
Estoy casi segura de
haber visto a Bill en un club al que asistí con algunos amigos. Fui hasta el
centro para verificar que estuviese ahí, y efectivamente estaba. A pesar de ello
lo increpé y aunque no me respondió con claridad, confirmó mi sospecha.
Esto debería figurar
en mi informe oficial, pero eso significaría mantener a Bill internado, y tengo
el presentimiento —palabra que no debería usar un psiquiatra— de que me contará
cosas importantes para él.
Intentaré dormir,
aunque su rostro en la penumbra de la habitación me lo ponga difícil>>
.
<<El paciente se
muestra receptivo y tranquilo. Los análisis a los que está siendo sometido como
parte de su evaluación para una terapia externa son correctos.
Archivo personal
Ha aparecido un nuevo
nombre: Luther Wulff. Bill se ha puesto muy nervioso cuando le he preguntado
por él, casi paranoico, luego se calmó y volvió a entregarme la ilusión de la confianza.
Finalmente se decidió a dar luces sobre Luther, gestando más preguntas en mi
cabeza>>
<<Archivo
personal
Han pasado algunos
días desde que Bill ha dejado el centro. No puedo evitar el nudo que se me
forma en el estómago al pensar en si habré hecho lo correcto o no. Benjamín
insiste en lo involucrada que estoy emocionalmente. A estas alturas ya no puedo
negarlo.
Hoy tendremos nuestra
primera sesión fuera del centro, pero antes haré un poco de paracaidismo, hace
mucho que no lo hago y hoy necesito libertad.>>
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<<Archivo
personal
Bill ha llamado hoy,
parecía ansioso. Mañana tenemos sesión nuevamente, espero que esta vez confíe
más en mí.>>
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<<El paciente
mantiene controlada su adicción. No ha recaído, aunque reconoce que hacerlo es
una posibilidad.
Archivo personal
Bill consigue sacarme
de mis casillas ¿Cómo puede una persona estar tan clara con respecto al daño
que se hace y a pesar de eso no cambiar nada? Sé que debo aplicar mis
conocimientos, no puedo dejarme llevar por las emociones… Me he planteado dejar
el caso, pero cada vez que lo hago Bill me muestra ese lado humano que no me
permite alejarme.
Creo que se está
convirtiendo en mi quimera.>>
.
<<Archivo
personal
Bill ha estado en mi
apartamento de madrugada, y me ha contado lo sucedido con Ella y Luther…
Debo pensar>>
.
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Luther Wulff repasa una vez más los documentos que le ha
traído su contador. Los números no han sido buenos en el último trimestre y
debe pensar en el modo de cambiar eso. Se echa atrás en el sillón de su
despacho y observa la decoración mientras baraja sus opciones. Extiende las
manos por el caoba de su escritorio y se detiene junto al cajón del lado
derecho, ese que siempre mantiene con llave y que pocas veces abre. Hoy siente
la necesidad de hacerlo, porque hace muy poco se ha cumplido un año más desde que
la conoció.
Va hacia la puerta y pone el seguro, hay cosas que es mejor
hacer en completa soledad, sin que nadie las interrumpa.
Saca la llave de una caja que permanece en lo alto de la
librería y la desliza por la cerradura de metal. Al abrir el cajón se encuentra
con una pequeña caja de cristal tallado que mandó a hacer especialmente. La
acaricia como si fuese una joya, aunque la verdadera joya está en el interior.
La abre y observa el contenido. Quiere tocarlo, pero no es buena idea
sumergirse tan profundamente en un recuerdo. Cierra la caja y la guarda en el
interior del cajón. Ese mechón de cabello castaño permanecerá ahí
indefinidamente.
Respira hondo, pero no tan hondo como para que su
consciencia se vea comprometida. Toma el teléfono y marca el número del chico.
Le había dado dos semanas y el tiempo avanzaba con rapidez, sería bueno
recordárselo.
El tono de llamada sonó varias veces antes de ser
respondido, era lo habitual, Luther sabía que sus llamadas no eran bien
recibidas. Finalmente lo escuchó al otro lado de la línea.
—Hola muchacho, me preguntaba si recordabas mi encargo.
.
.
—No estoy segura de que esta sea una buena idea —le dije a Benjamín,
que aparcaba el coche en un restaurante italiano ubicado en West Hollywood.
—Claro que es buena idea, no todos los días se está de
cumpleaños y tu madre me encargó que te llevara a un sitio bonito —respondió.
No pude evitar la sonrisa de circunstancia. Bien sabía yo cuáles eran las
intenciones de mi madre.
—¿Pero aquí? —me quejé nuevamente por la zona.
—No me saldrás ahora con que eres clasista —uso un tono de
voz sobrecargado y gracioso. Me arrancó una sonrisa alegre que se transformó en
carcajada, al final de su comentario—. No vas a juzgar a toda esta gente por
poder pagarse una comida en un restaurante de categoría.
—¿Cómo nosotros? —pregunté, siguiéndole la corriente.
—¡Claro! —hizo un ademan con la mano, para luego acercarse
un poco más a mí cuando ya íbamos entrando al lugar, entonces susurró— Pero
sólo unas pocas veces al año.
Sonreí.
Salir era algo que necesitaba, el trabajo en el hospital
sumado al del centro, me tenía agotada y casi sin vida personal.
Un mêtre que nos recibió al entrar, con su perfecto
uniforme, nos preguntó que preferíamos, si el interior o la terraza. Ambos
decidimos que la terraza sería un lugar más cómodo. De ese modo nos llevó hasta
una mesa que estaba en una terraza interior decorada con enredaderas, y con salida
a un jardín interior. Nos sentamos y
comenzamos a mirar la carta. Minutos más tarde vino un camarero que nos tomó la
orden y nos sirvió un pequeño aperitivo, cortesía de la casa.
Las voces de los demás comensales se elevaban suavemente por
el lugar, sin llegar a ocasionar un ruido molesto que interfiriera con la
conversación que manteníamos Benjamín y yo.
—¿Te gustaría que fuésemos a bailar después de la cena? —me
preguntó.
—¿Me llevarás a uno de esos sitios a los que entras con
reserva? —bromeé.
—Quién sabe, quizás esta noche te sorprenda —respondió con
más seriedad de la que debería.
Le sonreí con amabilidad y miré en dirección al pequeño
jardín que comenzaba a iluminarse con unas farolas bajas que aparecían por
entre los arbustos. Me sentí relajada, después de muchos días de
preocupaciones. Sabía que no podía permitir que mi vida avanzara únicamente en
pro del trabajo.
—Estás muy lejos —dijo Benjamín, tomando mis dedos entre los
suyos, para referirse a mis pensamientos.
—No tanto —lo miré, comenzando a sonreírle.
La sonrisa se me congeló en la boca cuando vi a Bill sentado
en una mesa no muy lejos de la nuestra. Me miraba con atención, sin desvelar
con su mirada lo que estaba pensando. Quise recoger mi mano de entre los dedos
de Benjamín, pero comprendí a tiempo que era un gesto extraño y absurdo.
No estaba solo, lo acompañaba una mujer. Desde mi posición
sólo podía ver su cabello rubio platinado, y no pude evitar preguntarme por qué
todas las rubias de Los Angeles parecían teñidas con el mismo número de color.
Un camarero se acercó hasta ellos, y les puso sus platos en
la mesa. Bajé la mirada, sin saber qué debía hacer. Lo más lógico sería
saludarlo, pero la situación me resultaba violenta e incómoda. No era lógico, no
lo era, pero la lógica no siempre acompaña a la razón y ese es un hecho que no necesito documentar para saber que es real.
—¿Qué me dices? ¿Nos vamos a bailar, luego? —volvió a
preguntar Benjamín. Lo miré atentamente.
—Me parece una muy buena idea —dije, pudiendo sonreír, al
fin.
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Continuará.
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N/A
Aquí les dejo con un
capítulo que es un poco diferente, pero que pretende mostrarnos un poco más de
Seele y de sus inquietudes. Espero que les guste y que me regalen sus
comentarios. Prometo responderlos, y los atrasados también ^^
Un beso.
Siempre en amor.
me gusto, podemos ver como Bill paso de ser un pasiente a algo más personal, la pobre Seele tratando de controlar sus emociones .... ahahah celos a la vista esto va a estar interesante :D Gracias por el cap esperando con ansias el siguiente.
ResponderEliminarMartha.
Hola Martha... me alegra leer tu comentario.
EliminarNo estaba muy segura de la forma en que se desarrollaba este capítulo, pero necesitaba mostrar de forma más profunda a Seele y no con las ataduras que presenta la historia. Me alegra que te gustara :D
Muchas gracias por comentar
Lo que más me ha conmovido de este capítulo es la lucha interior de Seele...creo que le esperan decisiones muy difíciles ahora que bajo su apariencia de objetividad ya ni siquiera se puede negar a sí misma su nivel de implicación afectiva con su paciente. Está en ese momento en el que todavía cree poder mantener la relación profesional a la vez q sale con amigos para evitar pensar en lo que va convirtiéndose en más y más importante en su vida.Leer los apuntes y archivos de Seele ha sido como volver a revivir la historia contada de una manera tan deliberadamente aséptica...ella realmente es una muy buena profesional,¿cómo resolverá esa disonancia???? en cuanto a Luther, es un personaje temible en todos los aspectos y me temo a quién puede estar manejando o utilizando sin piedad.
ResponderEliminarSelene, de mi corazón.
EliminarMe alegra que esa parte te gustara porque me está costando mucho darle "sustancia" al personaje de Seele. Quiero que veamos lo que siente y experimenta, así será más fácil comprender los pasos que dé.
Es curioso, pero la mayoría de las personas dicen que el hetero es un género que destaca al personaje femenino como la heroína (no la droga xDD) pero en mis historias Bill se "chupa" el protagonismo.
Luther es un enigma, incluso para mí. Sé lo que debe hacer, pero no sé cómo lo hará.
Un beso, y muchas gracias por comentar (¿Te resultó más fácil esta vez?)
hola =)
ResponderEliminarBill en casa situacion, con cada sesion, fue cambiando la vision de Seele, poniendola en dudas tantas veces, en dejar o no el tratamiento, pero su curiosidad y mas que nada sus emociones no se lo permitieron y ahora quedo más a la vista, sus sentimientos...celos, tal vez, al verlo con aquella mujer rubio.
Ahora queda saber como habrá sido la reacción de Bill al ver a Seele junto con Benjamin >.<
Me encanto el cap =)
Estare esperando el proximo =)
Besos
Cyntü =)
Hola Cyntü!!
Eliminar¿Celos? Quién sabe... :D
Lo cierto es que Seele está manteniendo una lucha constante. No querer "abandonar" a Bill es una muestra muy clara de lo comprometida que está emocionalmente.
A ver cómo sigue.
Un beso, y muchas gracias por comentar
Me ha encantando inmiscuirme en ese archivo personal de Seele, porque además de recordarnos cómo ha ido evolucionando su paciente nos muestra sus luchas internas cada vez mas fuertes, hasta q llega al punto de reconocer lo involucrada que está con su paciente; me fascina ese recordatorio q deja: Recordar no enseñar este archivo personal a nadie......
ResponderEliminarEsa escena de Luther me deja con mas curiosidad será q el mechon q guarda es un arma q utiliza para presionar a Bill para que cumpla sus caprichos?
Bill y Seele se enfrenta cada uno con compañía, q interesante será develar las reacciones de cada cual...
Un cap muy ingenioso mi doctora Any *__*....muchos besos y quedo en espera de la próxima entrega.
Jjejejej, mi Evelyn... a veces es difícil recordar lo más obvio ¿No?
EliminarMe alegra que te gustara, porque quería hacer algo diferente y no estaba muy segura de si no se haría muy largo de leer.
El mechon que guarda Luther... misterio, misterio... ya veremos.
Y sobre lo que nos espera... jajajajajaja... *se frota las manos*
Un beso enorme ♥ Muchas gracias por leer.
O.o wowww que transicion entre un trabajo a algo realmente personal he interesante... me gusto porque senti que es un recuento en la evolucion de una relacion entre Bill y Seele... mejorado?? no no es mejoria es conocer realmente un poco mas del problema que sufri Billi... ese mechon d eluther achsssssssssssss no s eporque siento que e sparte de la tortura psicologica que le proporciona a Bill que angustiante... esta excelente any eres todo una psiquiatra jejejejeje me gusta tanto esta historia... muak besitos espero el proximo capi
ResponderEliminarMuchas gracias por leer, mi Lixi.
EliminarMe gusta darle ese toque de profesionalidad a la historia, probablemente no llego al nivel de un psiquiatra real, pero creo que es suficiente para crear el ambiente.
Luther tiene cosas que contarnos aún. Es un personaje que funciona como una sombra... no sabemos cuando se descargará la tormenta xDD
Un beso ♥
Las notas de Seele... fue como leer un resumen de la historia, claro visto desde los ojos de ella, es conocer más como su lado profesional fue "cediendo" a su lado humano debido a lo que Bill mueve en ella. Siempre me quedaba la dduda sobre sus notas y mira que sorpresa me diste.
ResponderEliminarHa pasado un año desde que Luther la conoció ¿ a la dueña de ese mechón de cabello? Alguien muy especial para él, parece ser, pero Bill ¿tendrá relación con esa persona? Ay Any, me dejas con la intriga de no saber para donde "tiran" estos personajes.
"Celos de tus ojos cuando miras a otra chica tengo celos, celos" jajaja mi linda Seele anda ahora vete a bailar jeje aunque Bill no se queda atrás. No se acordará Seele que Bill tenía que "trabajar" para Luther?
Me gusto mucho el capítulo y te quiero preguntar sino es indiscreción ¿Qué estudiaste? .
Besos.
Adriana.
Me alegra que te gustaran las notas de Seele, creo que es una buena forma de enseñarnos más profundamente a la psiquiatra que no podía salir a raíz de la rigidez del relato. En cuanto a Luther, es un año "más" desde que "la conoció"... ya veremos a quién :D
Eliminar¿Celos?... No... ¿quién dijo?... ajjajajaja... ya veremos qué pasa.
No, no es indiscreción, soy contable xD
Muchas gracias por comentar mi Adriana ♥
hello, ríete de tu hermana, estaba segura que te había dejado la paga y por alguna extraña situación regrese por aquí y me doy cuenta que en lugar de mandarte mi comentario cerré la pestaña, si seré despistada, olvide darle al publicar, bueno que te digo las notas de Seele me ha gustado pasa de paciente a Bill y de bill a paciente, confusión sin lugar a dudas se denota en cada nota, esa Seele es una terca y por eso me cae bien, se que muchas veces lo que nos involucra en un asunto nos impide alejarnos pero al mismo tiempo nos enreda en una maraña de posibilidades, El paciente es demasiado hermoso como para dejar de verlo jajaja ya me fui por las ramas, en cuanto a Luther el hombre misterio ya nos ira demostrando sus maquiavelicos pensamientos por ahora sabemos que es solo un año mas, pues cuantos años ya tiene de conocerla y el mechon castaño nos dice algo? jejejeje bueno eso no importa creo que Bill es el unico afectado. Lo que mas me gusto de todo esto es la mirada fija de Bill, el cual ella noto, pero ¿cuanto tiempo tenia él de estarla mirando? rubias platinadas en los angeles hay un monton jajajaja me quede con el muajaja en la boca yo queria leer mas jojojo toca esperar.
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