A tomar por…
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—¡Ya!, deja de mirarme así que me da por devolverte la
mirada y después dicen que quiero darte por culo hasta quedar agónico —la
expresión de Tom fue un poema victoriano, cargado de detalles que no se
alcanzaban a abarcar con una sola mirada. Bill se carcajeó divertido, e intentó
que las palabras no se atropellaran entre sí cuando le respondió.
—¡Eh! ¡Que el que te da por culo ahora soy yo!
—¡Y una mierda! —el sulfuro de Tom iba en aumento— ¡Si
alguien tiene que dar por culo, ese soy yo!
Bill se reía con tal desparpajo que tuvo que ponerse una
mano en el estomago y sostenerse del borde del escritorio. Tom bufó un par de
palabrotas a medio modular mientras se ponía de pie e iba en busca de sus
cigarrillos.
—Todo esto es culpa tuya —acusó a Bill.
—¿Mía? —preguntó el otro, aún en medio de risas.
—¡Claro! —alzó la mano, gesticulando, con el cigarrillo
recién encendido— Si no fuese por esa manía que tienes de quedarte mirándome, o
toquetearme para que te mire, y adivine lo que me quieres decir ¡¿Por qué no
hablas?!
—¿Para qué gastar palabras si me vas a entender igual? —se
encogió de hombros, un poco más calmado.
—¡Ya, pero no todo el mundo lo ve así! —volvió a gruñir.
—¡¿Y qué más te da lo que piensen!? —Bill le quitó el
cigarrillo de la mano y aspiró profundamente, liberando el aire de ese modo magistral
que sólo él conseguía y que a Tom le llevaba a preguntarse si él mismo se vería
igual.
—Me da —se defendió—. Además, qué es eso de que ahora eres
tú el que manda.
—He conseguido un aspecto más masculino —se oprimió uno de
sus bíceps con orgullo.
—¡Ya! Él. Bill Grey —se burló. Tomó su cigarrillo de entre
los dedos de Bill y fumó, manteniendo en un resquicio de sus pensamientos el
competir con la perfección de su hermano.
—Lo que te convierte a ti en… ¿cómo era que se llamaba?
—buscaba en su memoria el nombre que no conseguía.
—No te atrevas —Tom alzó la mano ante el rostro de Bill y bajó
la mirada al piso en señal de advertencia.
—¿Bella? —comenzó— No, esa es de otra historia… Hmm…
—Bill —el tono de advertencia debía de ser suficiente, pero
Bill se lo estaba pasando demasiado bien para detenerse.
—Eh… —chasqueó la lengua, ante la imposibilidad de recordar
el nombre— Qué más da —se encogió de hombros—. De todas maneras te podríamos
poner unas esposas en las manos para el shoot.
—Ya, y a ti una fusta. No te jode —se dejó caer en un sofá.
—Anda, deja que te ponga unas esposas ¡Sería genial! —Bill
casi rebotó al sentarse de medio lado hacia Tom.
—¿Ves? A estas cosas me refiero —indicó la postura de su
hermano.
Bill soltó el aire como si se estuviera desinflando sin
dejar de mirar a Tom. Éste intentó resistirse a la insistencia, pero finalmente
lo miró.
—¡Qué! —preguntó, alterado. Su gemelo sonrió sólo un poco,
casi con los ojos— ¡No! —se negó rotundamente a la petición que encerraba esa
mirada. Bill ladeó la cabeza un par de grados hacia la izquierda— ¡Ni hablar!
—Vamos, no seas cobarde —lo instó, dándole pequeños golpes
con el puño en el hombro— ¿Te imaginas las caras de los fans? ¿Y los
comentarios?
—¿Para qué? —apagó el cigarrillo en el cenicero.
—Para divertirnos —Bill resaltó lo que le resultaba obvio.
Tom bufó despreciativamente.
—¿Para que aseguren que soy yo el que se pela las rodillas?
—manifestó, sin ceder ni un poco.
—Esto es como las leyendas urbanas. Alguien dice algo, viene
otro y lo repite hasta que el siguiente se lo cree. Además podríamos decirles a
Georg y Gustav que lleven algún grillete y nos tomamos las fotos en una
mazmorra y que todo el ambiente sea muy sado…
Tom soltó una carcajada de buena gana.
—¿Gustav?, ¿de verdad? —le preguntó con ironía.
—Bueno, lo acepto. A Gustav con el ceño fruncido le basta.
—Pero no me cambies de tema —volvió Tom a la carga—. Tienes
que prometerme que dejarás de hacer esas cosas tuyas.
Bill se mantuvo en silencio, mirándolo fijamente. Tom
intentó que los músculos de su rostro no marcaran una sonrisa pero estos se distendían,
traicionándolo.
—¡Atrás, Satanás! —Tom volvió a alzar la mano entre él y su
hermano.
Bill tenía la diversión marcada en el rostro.
—A la gente le gusta. Y no me dirás que no te gustaría darle
un beso a esta boquita —Bill frunció los labios y le lanzó unos cuantos besos
mientras se acercaba. Tom le puso una mano en el pecho y lo empujó.
—Anda a que te den por… —apretó los labios para no terminar
la frase.
—¡HAHAHAHHAHA! —la carcajada de Bill rebotó por toda la
habitación.
Ante eso Tom ya no pudo contener la risa. Bill tenía la
capacidad de contagiarlo con su alegría por muy enfadado que estuviese.
—¡Deja de reír! —le reclamó, sin poder dejar de hacerlo él.
—Ay, Tom —respiró hondo y se secó las lágrimas que se le
habían escapado—. Pero si es gracioso.
—No le veo la gracia —volvió a quejarse.
—¡¿Cómo que no?! —lo acusó, empujándolo por el hombro— ¡Si
te mueres de risa cuando te coqueteo!
—Y ya ves lo que pasa después.
—¡Qué importa! La gente se divierte. Que piensen lo que quieran
—se encogió de hombros—. La mayoría de las personas nace sola y busca encontrar
a alguien que le comprenda, y en quien poder confiar ciegamente. Y claro, para
conocerse e interiorizarse tienen que intimar. No todos tienen la suerte de
nacer con ese alguien.
—Ya lo sé. No me lo tienes que explicar.
—Yo te amo desde siempre —se encogió de hombros.
—Yo también, pero no tengo que darte por culo para demostrártelo.
—¡Oye! ¡Que ahora soy yo el que te da por culo! —aclaró, y rió
Bill.
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N/A
Las historias salen
de nada o salen de todo. A veces uno siente deseos de decirle a la vida lo
mismo que dice el título de este relato. Aquí he querido plasmar un sentimiento
personal y lo he pasado muy bien con ello. Espero que lo disfruten.
Gracias por leer.
Siempre en amor.
Anyara
jajajajajajaja aishhhh como me reí!
ResponderEliminarmuy bueno! quiero escena de Bill Grey pleaseee!
y a los 4 en escena de rojo, sado? se antojan jeje
Mi anyi.... Quedó lindooo... Un ambiente taan íntimo de ellos,.lograste lo que querías transmitir!!!!
ResponderEliminarMe has sacado cada risa!!! Jaaja me imagino a ambos hablando de eso y divirtiendose con las reacciones de las fans ante sus miradas y coqueteos!!! Jajaja y Bill es el que manda ahora!!! Claro ya no parece nena, como los estereotipos de algunos fics. Me gusto mucho!!! Algo relajante y que alegra el espiritu!!! Bill Grey!! Me dejaste pensando cosas no tan sanas jajaja
ResponderEliminarjajajajajaja no me esperaba este One y ahora que llego de mis ocupaciones lo encuentro y me he reído tanto, que te digo después de todo siempre he visto a estos gemelos reírse asta la lagrima, nose si tomaran alguna vez este tema pero de que se ríen por cada cosa eso es seguro que lo hacen, que tengas un lindo día cuídate.
ResponderEliminarMadre mía!! Jajajaj!!!! Me encanta la forma en que relatás cómo los gemelos se rien, especialmente Bill con ese desparpajo... y bueno, solo imaginar a Geo con grilletes... Mmmm, mejor no digo qué pensamientos pecaminosos se escapan de mi mentecita... Gracias por este regalito Any. Me gustó mucho.
ResponderEliminarMuy bueno¡¡¡ me encanto y me reí mucho en la complicidad y en los juegos de los gemelos jeejeje
ResponderEliminarMuchas gracias por este escrito :D
:) Divertida que me he puesto con tu shot!!! XDDDDD De verdad Andrea, has recreado quizás una de las escenas más recurrentes de mi mente. Me reí a carcajada abierta con Bill (esa forma tan refinada de incitar a su gemelo a un confuso y perturbador divertimento), y me sentí incómoda junto a Tom (que si han de hablar de él, no sea como Anastasia).
ResponderEliminarExcelente! Me has hecho el día, semana y mes <3
A reir pues! Me gusta la forma en como en trataste su íntimidad como hermanos. ..Bill esa idea del sado xD
ResponderEliminarBesos!
Adriana.
Muy ameno y natural mi querida Any *__*, no me cuesta nada imaginar este par riendose como locos con esas cosillas, se ve q son muy complices en todo, me encanta la explicacion q Bill da sobre los sentimientos hacia su gemelo, el amor mas profundo no necesariamente debe tener implicaciones sexuales para serlo, eso es un hecho irrefutable.
ResponderEliminarMe encanto leer algo tan refrescante y original, muuaakkk
Hace dias lo lei y olvide comentarte asi que lo hago ahora... me pareció algo muy fresco y natural... siempre los iamgino asi de complices con cualquier cosa riendo entre ellos... a veces creo que los admiramos tanto que los convertimos en una divinidad sagrada y olvidamos que son humanos como nosotros... eso aqui esta mas que representado jejejee tambien esa idea del amor que es la que yo tambien creo, amor profundo sin ninguna implicación sexual =D me encanta... TQIIIII <3
ResponderEliminarMe encantó. Creo que este tipo de situaciones sí se dan entre ellos y siempre terminan con carcajadas. Gracias por este regalito.
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