miércoles, 27 de marzo de 2013

Desilusión (Notas a pie de página)



“Desilusión: Impresión negativa que experimenta alguien al comprobar que la realidad de algo no responde a la esperanza o la ilusión puestas en ello.”

Esta es una sensación que lleva días persiguiéndome de forma insistente. Antes lo había hecho de manera intermitente, sin llegar a permanecer; pero ahora está latente y se alimenta como un animal de las emociones que el Fandom produce en mí.

El Fandom; esa criatura mutante a la que intento comprender. Quizás ahí está mi problema, la comprensión de un Ser vivo necesita mucho estudio, muchas ramas de una ciencia para llegar a entenderlo, y yo soy de letras.

El Fandom respira y crea situaciones, escoge la manera en que vive y a quienes quiere que vivan dentro de él. Es como un entramado de neuronas que trabajan con estímulos eléctricos, todas interconectadas. Las más débiles mueren primero, las más fuertes permanecen. Al llegar a esta conclusión tan básica, sé que falta algo más. El Fandom experimenta emociones, las mismas que un ser humano: rabia, ira, excitación… egoísmo. Es un “Ser” creado como el mismo Frankestein.

¿Un monstruo?

Quizás.

Son muchas las ocasiones en las que he leído lamentos por la ausencia de algunos creadores del Fandom. A algunas de esas “neuronas” que alguna vez fueron activas, ni siquiera llegué a conocerlas; y si alguien las extraña está claro que en muchos casos desde la sombra se las admiraba. Y es cuando llego a esta parte de mi poco científico análisis, cuando me pregunto ¿Nadie se ha detenido a pensar que las neuronas necesitan alimento? ¿Qué si trabajan y se esfuerzan por dar lo mejor de sí al resto del “sistema”, necesitan saber que han llegado a alguien?

Para eso están los comentarios. No es necesario que sea un gran comentario con términos incomprensibles como algunos libros de filosofía, para que parezcan comentarios inteligentes. Se necesita simplemente del apoyo. Saber que más allá de la “intuición” es real la llegada a las personas.

Nos engañamos a nosotros mismo si creemos que los sentimientos no son importantes, que los reconocimientos no son necesarios. Lo son. Lo que nos mueve a compartir algo, es la necesidad de conectar con los demás, como los impulsos eléctricos que hay entre las neuronas. Si esos impulsos no son devueltos porque al parecer una parte del entramado “no los necesita” esa zona se convierte en una zona oscura y muerta.

Luego vienen las preguntas ¿Por qué se va? ¿Por qué abandona el Fandom?

El abandono viene de la necesidad de sobrevivencia, de esa implacable ansia de respirar aire limpio. Porque la retroalimentación es posible, pero cuando se da la energía propia con tanta frecuencia y en cantidades tan ilimitadas, es lógico que las “neuronas” se agoten.

¿Nos hemos vuelto tan desechables e innecesarios que ya es cosa de mirar algo y dar vuelta la página? Total, siempre habrá más. Si no tenemos que pagar por ello, no tiene valor. 

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