Desnudos
.
—¿Cómo éramos en tu universo?
—Creo que felices.
—¿Sólo lo crees?
—Tú sonreías mucho.
—Aún sonrío mucho y no soy siempre
feliz.
—Lamento escuchar eso.
—Y dime ¿Por qué hacemos esto?
—¿Hablar?
—No, estar desnudos uno frente al
otro.
—Quizás, porque me gusta mirarte.
—No sonrías cuando dices eso, no
parece creíble.
—¿Crees que sonrío porque no digo
la verdad?
—Puede ser.
—Aquí eres igual de desconfiado.
—¿Ves?, si sonríes al decir eso
también, no puedo tomarte enserio.
—Abre tu mente, Bill.
—A veces quisiera poder hacerlo,
pero luego pienso que es una estupidez esforzarme.
—No sabes los caminos que te estás
perdiendo.
—¿Lo dices tú?, que vienes aquí
porque ya me has perdido. No, por favor, no bajes la cabeza de esa manera
porque me haces sentir culpable.
—Sí, ya sé que no te gusta
sentirte culpable; no puedes con ese sentimiento. Te aplasta y en lugar de
solucionar tu error cometes otro más grande.
—¿Crees que me conoces por aquel
al que has conocido?
—Aquel, como lo llamas, eres tú;
sólo que con algunas variantes.
—Ya has abierto mi curiosidad;
variantes cómo cuáles.
—Trivialidades: El color de tu
cabello, el modo en que miras cuando algo te sorprende. El Bill que conocí
disimulaba mejor.
—¿Dices que soy transparente?
—A veces.
—No me gusta que pienses eso, es
como si me llevaras ventaja.
—Y te la llevo, pero no me
aprovecho de ella si es eso lo que te preocupa.
—Permite que haga un mohín de
duda.
—Te ves hermoso cuando haces ese
gesto.
—¿Cuál?, ¿el de arrugar el ceño?
—Sí, justo ese. Me dan ganas de acercarme
a ti y borrártelo con un beso.
—Hazlo, tal vez sea lo que
necesito.
—¿Quieres que te haga el amor?
—No puedes preguntarme eso así de
golpe. Ahora necesitaré esconder la evidencia de mi deseo.
—No, no, por favor, no te cubras
con la almohada; me gusta mirarte.
—¿Te gusta ver como se erecta mi
pene?
—Me gusta mirar el color de tu
piel cuando eso sucede.
—No sonrías cuando lo dices, me
haces sentir ridículo.
—¿Ves? Necesitas abrir tu mente.
Todo lo que atañe al sexo es parte de nuestra divinidad humana.
—No puedo evitar reír, ¿sabes que
lo que dices es lo contrario a lo que nos insertan como ideología?
—A ti no debería extrañarte; eres
de aquellas personas que se rebelan ante los dogmas.
—Rebelarse es fácil; tener
convicción es difícil.
—Mira, en eso te pareces al tú que conozco.
—En qué, ¿en la inseguridad?
—No, en el modo en que indagas
dentro de ti mismo.
—No, por favor, no gatees de ese
modo hacia mí.
—¿Te intimido?
—Bueno, sí, un poco; es que se
nublan mis ideas cuando pienso en el modo en que se bambolea tu pecho.
—No pienses tanto.
—Es que si no pienso, sólo seré un
animal más…
—¿Y te lanzarías sobre mí?
—Quizás…
—¿Eso te asusta?
—Me aterra.
—¿Ves?, en eso también te pareces…
—No hablemos más de él.
—Pero él eres tú.
—Para, no te acerques más, no me
dejas pensar.
—Está bien, me detengo aquí, ¿a
cuánto?, ¿medio metro?
—Para mí son como diez
centímetros.
—No exageres.
—No te rías.
—No lo hago ¿Ves? Apenas te
muestro una sonrisa que bien podría ser un gesto amable.
—Está bien, lo acepto. Y dime ¿En
qué más me parezco a… él? ¿Qué pasa?,
¿por qué bajas la mirada?, ¿ya no quieres hablar?
—No es eso.
—Entonces qué. Tus ojos parecen
tristes.
—Te pareces mucho a él en la forma en que me miraba cuando
me amaba.
—Me has dejado helado.
—Tengo esa facultad.
—Estás muy callada ¿No me dirás
nada más? Estos silencios tan largos me inquietan, no me gustan, me hacen
sentir inseguro.
—Hoy me vi entre el público.
—¿Cómo que te viste?
—Sí, a la yo de tu universo. Ahora eres tú el que se ha quedado mudo.
—¿Te extraña? No me había
planteado que no fueses tú.
—Pero soy yo.
—Eres otra tú. Ya me entiendes, no lo niegues.
—Tienes razón, te entiendo. Y lo
peor es que soy egoísta, porque no quiero que la conozcas. No, no te rías así.
—Qué quieres que haga, es absurdo
lo que dices.
—No lo es, lo sabes bien.
—Sí, claro que lo sé ¿Por qué no
te cambias por ella?
—No tengo ese poder, así como no
puedo obligarte a que me ames otra vez en mi universo. No, por favor, no te
pongas tan serio, prefiero que te burles.
—¿Qué me hiciste para que ya no te
ame?
—Es extraño, ahora sí te
solidarizas con él.
—No puedes culparme.
—No, no puedo.
—¿Me hiciste daño?
—¿Podemos dejar de hablar?
—¿Y qué quieres que hagamos?
—Lo único que hago bien.
—No, espera, no te acerques con
tanta decisión que ya veo tus intenciones.
—¿No quieres?
—Sí, claro que sí; siempre quiero,
porque así te retengo en mi memoria, pero…
—Permite que te dé sólo un beso.
—Hmm… es que un solo beso basta,
¿no lo ves?
—Claro que lo veo.
—No me refiero a esto, no puedo
controlar el despertar de mi cuerpo. Me refiero a lo que siento aquí en el
pecho.
—Mira, me quedaré aquí, sentada
sobre tus muslos y muy quieta. Ahora háblame de lo que sientes.
—…
—¿Qué pasa?, ¿no quieres?
—Ven aquí. Prefiero hacerte el
amor, porque no tengo palabras para comenzar a contar lo que guardo en el alma.
—Entonces cuéntamelo con miradas,
besos y caricias… ah… sí, así…
—Acomódate sobre mí, muy despacio,
como si no me conocieras…
—¿De este modo?
—Sí… así…
—Me gusta sentirte entrar…
—Necesito estar dentro de ti, profundamente…
—Ah… Déjame suspirar porque mi
cuerpo comienza a descontrolarse…
—Suspira sobre mi boca… así,
mientras te beso…
—…
—…
—No me abraces tan fuerte, necesito
moverme más rápido…
—No muy rápido, por favor. No
quiero que esto termine aún…
—Entonces déjame abrazarte y
descansar la frente sobre tu hombro un momento, porque me siento tan excitada
que parece que mi cuerpo va a explotar…
—…
—¿Qué haces? ¿Por qué te pones
sobre mí?, ¿no eres tú el que no quería que esto terminara?...
—Quiero verte tocar el infinito…
—¿Y qué vas a…? ¡Oh, Dios!, así
no, o sí… no sé…
—Tu pecho se ve tan exquisito que
siento deseos de morderlo…
—No, por favor, no sigas diciendo esas
cosas mientras te empujas dentro de mí… me desesperas…
—Eso quiero…
—No te esfuerces más… ya lo has
conseguido…
—…
—Ven, abrázame, quiero sentir como
tiemblas cuando sientas tu orgasmo…
—Quizás se confunda con el tuyo…
—Quizás…
—Ojalá…
—…
—Se siente tan bien el calor de tu
piel…
—Hueles a jabón…
—Hmm…
—Oh, Bill…
—Siento como me oprimes…
—Por favor…
—¿Me detengo?...
—No…
—Tus uñas se clavan en mi espalda…
no, no dejes de hacerlo, no me importa… lo deseo…
—Bill… ya no puedo…
—No te contengas… no sabes cómo me
gusta sentirte así… a punto de volar…
—…
—Sí, sí, retuércete…
—…
—Tu piel arde…
—…
—Oh… creo que yo…
—…
—…
—…
—…
—Bill, ¿estás bien? Te has
desplomado…
—Estoy bien, es sólo que no quiero
moverme, aún siento mi cuerpo vibrar…
—Shhh… tranquilo, no tienes que moverte,
únicamente sentir.
—…
—…
—A veces me pregunto si morir se
sentirá así de placentero, así de liviano y libre.
—Supongo que sí, después de todo
el alma se libera.
—¿Sabes?...
—¡No!, no te muevas así, aún no
quiero que salgas de mí…
—Si tus manos sostienen con tanta
fuerza mi cadera, será imposible que salga. Es más, despertaré de nuevo dentro
de ti.
—Oh, no digas esas cosas que aún
no me repongo y ya lo estoy deseando…
—Te entiendo. Si tan sólo el
cuerpo siguiera a la mente.
—Sí, eso. Para, no crees círculos dentro
de mí, que aún estoy sensible.
—Entonces no sonrías como si te
gustara.
—…
—Tu mirada es muy intensa ¿Qué me quieres
decir?
—Me siento egoísta de sólo
pensarlo.
—No me importa, yo también soy un
poco egoísta cuando se trata de ti.
—…
—…
—Promete que no me conocerás, al
menos no aún.
—Dices, ¿a la tú de este lado? No asientas con tanta timidez.
—Mejor olvida que te lo he dicho.
—No puedo olvidarlo, pero no te
preocupes, no la conoceré; y aunque lo hiciera no podría amar... desearla tanto
como a ti.
—Oh, Bill, te aseguro que la
amaras más que a ti mismo.
—¿Cómo puedes estar tan segura?
—No, no salgas de mí…
—Lo siento, soy egoísta y ya no
estoy cómodo.
—Sé que la amarás porque así somos
tú y yo cuando nos encontramos.
—Te refieres a él y a ti.
—Me refiero a nosotros en cada universo.
—…
—…
—Míranos, otra vez estamos
desnudos uno frente el otro.
.
N/A
Aquí dejo un nuevo one shot de Erótica que me ha resultado muy curioso
de escribir. Los primeros diálogos surgieron en mi cabeza y me animé a escribir
de este modo. Espero que les haya gustado y que me cuenten qué les parece.
Besitos.
Siempre en amor.
Anyara
Hola, ya he leído me ha dejado pensando, me gusto mucho esta parte "Te pareces mucho a él en la forma en que me miraba cuando me amaba"
ResponderEliminarEn cuanto a la nueva forma de escribir que te puedo decir: realmente no es algo de lo que este acostumbrada, se me hace pesado leer así, de pronto y me confundo, gracias por compartir. te quiero mucho.
QUE HA SUCEDIDO ???? por qué dice que ya lo perdió? es que acaso al fin se encontraron donde en realidad debe ser? ya no es ese entrar en la oscuridad ? podemos esperar que se amen en un mundo real,más allá de los anhelos,de las necesidades ,de las angustias? el amarse en un universo anula el otro? es que un amor mata al otro? AY !! Maya.
ResponderEliminarUn encuentro mas intimo emocionalmente hablando, nos develan un poco mas de ellos y su perspectiva de si mismos y de como perciben al otro , me parecio un juego complejo pero por demas interesante de sus universos una vez mas entrelazados; me gusto la narracion aunque debo reconocer q en varias partes me toco retroceder para poder comprender quien se expresaba
ResponderEliminarMe intriga como avanzaran? Ya se siente q estan proximos a derribar esa barrera q los separa, me inquieta porque ella aun no quiere q la encuentre si sabe q la amara eternamente?
Besitos mi querida y enigmatica escritora *--*
Wow!! Que interesante. Haz revelado un aspecto nuevo en su historia...Ellos existen en cada universo y se amarán en cada unos de ellos.
ResponderEliminarEn lo personal, me gustaba la idea de la imposibilidad de un encuentro del "mundo real". Que haya un abismo entre ellos, pero a la vez el amor que sentían era el puente que los unía.
De todas maneras, cual sea el camino que tome la historia, me encantará leerlo =D
En cuanto a la escritura, te confieso que en varias ocasiones me confundí, por que no sabía quien hablaba. Y tenía que releer algunas partes.
Ahora con este nuevo dato, estoy deseosa por saber ¿El Ella del "mundo real", tendría las misma experiencias con un Bill de otra dimensión? ¿Por que Ella, se aferra a Bill "mundo real" si en su dimensión también existe un Bill que la ama?
Siempre es un placer leerte Any!!
Es el más intenso y revelador de los "erótica". Estás tú en cada palabra escrita, pero sobre todo estás en cada punto suspensivo. Creo que he encontrado mi favorito! ❤️
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